Como un barco sin navegante.

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Tal y como indico en el título, a día de hoy es como veo al Borussia Dortmund, que  se enfrentaba contra el Olympique de Marsella en el Signal Iduna Park, apoyado por su afición, y logró llevarse el partido con un contundente 3-0, en el que Lewandowski aportó dos de los tres goles.

Sin embargo, aunque el equipo comandado por Jürgen Klopp mantiene el rigor táctico que tanto maravilló al viejo continente la temporada pasada, endosando un 4-0 al Real Madrid y llegando a la final de la Champions, la falta de su, en mi opinión, mejor centrocampista, hace que las manijas del reloj alemán no vayan todo lo ajustadas que podrían ir.

Desde el primer minuto de partido el Dortmund se hizo con la pelota. El planteamiento que el Marsella llevó a cabo a lo largo de todo el encuentro fue algo pobre: robar el balón, dársela a Valbuena y que él distribuyera el juego hacia las bandas. Cuando los visitantes tenían la pelota, rara vez se olía el peligro en la portería, hoy, defendida por Langerak.

Cuando el Dortmund tenía el esférico, aunque el peligro rondaba la portería de Mandanda constantemente, el equipo se encontraba trabado. Las mejores ocasiones llegaron al contraataque, donde más de una vez terminaban incorporándose seis jugadores en campo rival, que defendiendo con cuatro, se encomendaban al fallo de os pupilos de Klopp para no encajar gol.

El balón circulaba, pero no con la velocidad necesaria como para abrir al Marsella, que se encontraba bien plantado en su mitad de campo y no dejaba muchos espacios. Con Aubameyang martilleando contantemente ambas bandas y Mkhitaryan bajando a subir la pelota, el hueco que Reus aún no había encontrado en lo que va de temporada apareció, y el extremo alemán dispuso de varias ocasiones para mover el marcador.

Sin embargo, Sahin no parece ser una solución completa al plan que Klopp propone. El ex-madridista no tiene las condiciones físicas de Gundogan, por lo que la labor como destructor que empleaba el alemán de origen turco no están presentes en el terreno de juego. Además, aunque técnicamente, Sahin es un jugador magnífico, en la labor imaginativa creo que también se ve superado por el hoy todavía lesionado Ilkay Gundogan, que es capaz de ganar pequeñas ventajas posicionales en el terreno de juego con un pequeño toque o un control orientado.

De este modo, aunque arriba el Dortmund sigue siendo dinamita pura, con Lewandowski como máximo exponente, volveremos a ver la mejor versión del equipo cuando el 8 se recupere, dando la cohesión que le falta al equipo y aportando ese punto de magia que te hace pasar de ser bueno a ser top.

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About emegees3

Estudiante del Grado en Matemáticas en la UMA. Apasionado de los deportes y de la música.

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